- Preguntas Frecuentes
- piel, Hidratación
¿Alguna vez has tocado la piel de una persona con la que tienes confianza y has pensado… “¡Guau, qué piel tan suave! Quiero que me cuente su secreto para conseguir tenerla así.”?
¿Y si su secreto no fuera otro que la constancia? La mayoría de las personas que no hidratan su piel reconoce que es por falta de tiempo o pereza. Y también existe un gran desconocimiento acerca de por qué es necesario hidratar nuestra piel a diario o la manera correcta de hacerlo.
La verdad es que la necesidad de hidratar la piel del cuerpo va mucho más allá que la sensación de acariciar la piel y sentirla tan suave como la de un bebé. Una piel bien hidratada además de verse radiante cumple con su función principal que es la función protectora.
¿Por qué debes hidratar tu piel a diario? Nuestra piel se expone a muchos factores que forman parte de nuestra vida cotidiana que la dañan. Por ejemplo, ¿sabías que la piel se deshidrata cuando nos duchamos? Qué contradicción, ¿verdad?
La ducha es el momento de relajación de muchas personas, pero no debes alargarla demasiado. Unos pocos minutos son más que suficientes para mojarse, enjabonarse y aclararse. Lo más recomendable es evitar los baños y ducharse con agua tibia usando geles sin jabón que limpien suavemente de forma respetuosa con la piel y a su vez actuen restaurando y protegiendo la función barrera. A mi me gusta mucho el gel lavant Topialyse de SVR.
¿Y es realmente necesaria la crema hidratante? ¿No sirve con beber agua para tener una piel hidratada?
Hidratarse por dentro es crucial para nuestro organismo pero no es suficiente para que tu piel se mantenga hidratada. Tu rutina corporal debe incluir un buen cosmético hidratante que no solamente aporte agua a tu piel sino que también impida que esta se pierda.
Mi recomendación es usar la función barrera corporal de Gema Herrerías ya que tiene una composición muy completa que incluye sustancias oclusivas que forman una película que mejora la retención de agua, humectantes que impiden que se pierda el agua por evaporación, hidratantes y lípidos estructurales.
Por último, ¿qué puedes hacer para que no te de pereza ponerte la crema hidratante? Aquí tienes algunos trucos para convertirlo en un hábito regular.
- Elige una crema que te apetezca usar, bien por su textura, por su fragancia o por como deja tu piel tras su uso (por ejemplo esta crema de Topicrem la deja con destellos brillantes). Cuanto más placentera sea la aplicación más te motivará usarla. Para ello también puedes hacerlo mientras escuchas música o con una vela aromática encendida.
- Hazlo siempre inmediatamente después de una actividad diaria como puede ser la ducha o antes de vestirte. Algo que a mi me funciona bastante bien es hacerlo entre la ducha y mi rutina facial diaria (así doy tiempo a que se absorba toda la crema antes de vestirme).
- Deja tu crema en un lugar visible como puede ser la encimera del lavabo. Cuanto más visible esté, más probable será que la uses.
- Si los dos puntos anteriores no funcionan siempre puedes ponerte un recordatorio en el móvil.
En conclusión, si adoptas una rutina de cuidado de la piel que incluya la limpieza adecuada, la aplicación regular de productos hidratantes y la atención a los factores internos, estarás sentando las bases para una piel hidratada, radiante y saludable a largo plazo.